Un giróscopo, en su forma elemental, consiste en un volante que gira a alta velocidad y su eje está montado sobre apoyos tipo cardán, lo que le permite mantenerse en posición estacionaria aún cuando su apoyo general o carcaza se mueva libremente.
El comportamiento giroscópico es entonces la tendencia del eje del volante (eje de saín) de mantenerse estacionario, a menos que sea forzado físicamente a girar en sentido contrario, permaneciendo su centro de masas estático. Esta propiedad de mantener la orientación, aún cuando su soporte se mueva en cualquier dirección, se denomina memoria espacial.


